A diferencia de otros países del centro y el este del continente europeo, los horarios en Dubrovnik son realmente «mediterráneos», esto es, flexibles. Si tenemos en cuenta que se trata de una ciudad que vive del turismo y que recibe a tantos visitantes durante todo el año, es lógico que sea relativamente fácil conseguir que nos atiendan en los restaurantes casi a cualquier hora y que haya muchos locales nocturnos abiertos hasta altas horas de la madrugada.
Cuestión diferente es el horario de los servicios públicos como las oficinas de correos y otras administraciones, que se limitan a los horarios estándar de 8:00 a 16:00 horas de lunes a viernes y donde probablemente nos darán con la puerta en las narices si llegamos dos minutos más tarde de la hora de cierre.
También hay que tener en cuenta cuáles son los días festivos de la ciudad, en los que lógicamente muchas oficinas permanecen cerradas.
En cuanto a los museos, generalmente todos se toman el lunes como día de descanso y abren sus puertas al público de 10:00 a 18:00 horas, ampliando este margen una o dos horas en temporada alta.
El huso horario de Croacia es el mismo que el de España, de modo que, aunque por su posición geográfica en ese país amanece y anochece antes, no es necesario cambiar la hora en nuestros relojes antes de salir de viaje.