Una cadena de hermosas islas e islotes situadas al noroeste de Dubrovnik nos ofrecen una serie de excursiones fascinantes y la oportunidad de descubrir la legendaria belleza de la Costa Dálmata. Son las Islas Elaphiti, cuyo nombre procede del griego y significa «las islas de los ciervos», y cuya historia está estrechamente ligada con la de la vieja Ragusa, la Perla del Adriático. Por desgracia ya no hay ni rastro de aquellos ciervos que siglos atrás dieron nombre a la isla.
Estas hermosas islas han sido el hogar y lugar de nacimiento de algunos de los más destacados marinos y navegantes desde los tiempos de la República de Ragusa hasta hoy. Kolocep, Lopud, Sipan, Jakljan y Olipa (estas dos últimas deshabitadas) son los nombres de las cinco islas principales: cinco aventuras diferentes que nos aguardan a poco menos de una hora de navegación desde el puerto de Dubrovnik.
La isla Kolocep
Es la más meridional del archipiélago de las Elaphiti, y por tanto la más cercana a Dubrovnik.
Kolocep es una isla verde y hermosa cubierta por un gran bosque de pinos centenarios y extensos jardines en los que crecen olivos, naranjos, limoneros y numerosas plantas aromáticas. Además, como todo buen rincón mediterráneo, no faltan un buen puñado de playas hermosas. Uno de los lugares preferidos por los vecinos de Dubrovnik para pasar un agradable día de excursión.
Hay dos parques naturales en Kolocep: Donje Celo al norte de la isla y Gornje Celo al sur, ambos conectados por una carretera que pasa también por el único núcleo de población, el puerto de Kolocep.
Además de todo esto todavía hay numerosos restos de arquitectura antigua esparcidos por toda la isla, desde pequeñas y antiguas iglesias prerrománicas hasta la famosa Torre de vigilancia del Políptico pintada por Ivan Ungrinovich, destacado reresentante de la llamada «Escuela pictórica de Dubrovnik» en el siglo XV.
La isla de Lopud
Sin ser la mayor de las islas, Lopud está considerada una de las más importantes del archipiélago debido a su respetuoso desarrollo turístico. Un desarrollo que, a diferencia de lo sucedido en otros bellos lugares del Mediterráneo, ha sabido respetar la esencia y la belleza de su entorno natural.
Lopud ha sido la cuna de grandes navegantes como Miho Pracat, que a finales del siglo XV se llegó a convertir en el personaje más poderoso y el más rico comerciante de Ragusa. Es además el único plebeyo que cuenta con una estatua en su honor en el Palacio de los Rectores de Dubrovnik. La etapa histórica de mayor esplendor de Lopud se vivió precisamente en esa época, cuando llegó a haber en la isla más de 30 iglesias, varios monasterios y muchos más habitantes que en la actualidad, que son apenas unos centenares.
El puerto de Lopud se encuentra en la orilla noroeste de la bahía y desde sus muelles se divisa el perfil de la vecina isla de Šipan. Un sendero recorre la isla hasta la playa de Šunj, en el otro extremo de la isla, un lugar muy popular entre los turistas por sus aguas cristalinas, sus arenas blancas y su tranquilidad. La playa tiene forma de media luna y es poco profunda, ideal para ir con niños pequeños. En Šunj también hay hamacas y sombrillas de alquiler, además de algunos restaurantes y terrazas abiertos en verano.
La isla de Šipan
La mayor de las islas Elaphiti es también la más poblada. De forma alargada, cuenta con dos pequeños puertos situados en las dos únicas bahías de la isla: Sudurad, donde atraca el ferry, y Šipanska Luka, de ambiente todavía mucho más recogido y tranquilo.
Una carretera estrecha de 5 kilómetros conecta ambas poblaciones atravesando un maravilloso paisaje compuesto por cipreses, limoneros, pequeñas iglesias y bonitas casas de campo que fueron en su día las residencias de verano de los ciudadanos más ricos de Dubrovnik y hoy en su mayoría han sido compradas por extranjeros.
El centro de la isla está ocupado por un fértil valle, Šipansko Polje, donde se cultivan viñedos y se levantan viejas fincas llenas de olivos, higueras y otros árboles mediterráneos. No hay grandes playas en Šipan, tan solo pequeñas pero preciosas calas de piedra.
La islas de Jakljan y Olipa
El archipiélago de las Elaphiti se cierra por el norte con dos pequeñas islas deshabitadas y cubiertas de bosques: Jakljan y Olipa.
Jakljan se encuentra al oeste de Šipan, separada de la isla vecina tan solo por un estrecho canal. Su extensión es de apenas 3,4 kilómetros cuadrados. Los únicos edificios de la Jakljan son los que componen el pequeño complejo usado como campamento infantil, justo en el centro de la isla. También hay un pequeño cementerio donde se enterraron los restos de más de 200 alemanes y croatas asesinados por los partisanos yugoslavos al final de la II Guerra Mundial.
Olipa es todavía una isla más modesta que Jakljan en cuanto a tamaño. Gran parte de ella es rocosa y abrupta, menos boscosa que el resto de las Elaphiti. Lo más destacable en ella es su faro.
Otros islotes deshabitados como Crkvina, Daksa, Golec, Kosmec, Ruda, Sveti Andrija o Tajan completan el catálogo insular de las Elaphiti, repartidas de norte a sur a modo de silenciosos escoltas de las islas mayores.
Cómo llegar a las islas Elaphiti
Desde el puerto de Gruz de Dubrovnik zarpa a diario el ferry de las islas Elaphiti, operado por Jadrolinija.
El ferry 807 ofrece tres salidas diarias, cuatro en verano. El trayecto Dubrovnik-Kolocep dura aproximadamente 30 minutos y tras una parada de vuelve a zarpar para completar el tramo Kolocep-Lopud en unos 25 minutos más. La última parte del viaje es la conexión Lopud-Sudurad, que dura 20 minutos.
El ferry 831 conecta directamente Dubrovnik con Lopud tres veces a la semana, lunes, martes y viernes, con una sola salida diaria. La duración del trayecto es de unos 50 minutos.
Por otra parte, el ferry 9807 de G&V Lines opera la conexión directa entre Dubrovnik y el puerto de Šipanska Luka en la isla de Šipan todos los días del año con una sola frecuencia diaria. Se trata de un pequeño catamarán rápido en el que los pasajeros viajan de pie y en el que no se pueden embarcar vehículos. El trayecto dura unos 40 minutos.